¿Qué propiedades debe tener un lubricante para cadenas mecánicas?
La vida útil de una cadena depende principalmente de su sistema de lubricación. De hecho, un estudio ha demostrado que el 60% de los defectos de las cadenas pueden atribuirse a una lubricación insuficiente o inadecuada. Los defectos de lubricación están detrás de muchas formas diferentes de desgaste (desgaste adhesivo, desgaste abrasivo, desgaste causado por pequeños juegos entre superficies, desgaste corrosivo, etc.). El desgaste de un eje/casquillo puede provocar un alargamiento de la cadena, mientras que el desgaste del rodillo afectará al juego entre el casquillo y el rodillo.
A lo largo de la vida útil de la transmisión, el lubricante utilizado desempeña varias funciones:
- Forma una película entre las superficies que rozan (eje/casquillos, casquillos/rodillos y rodillos/dientes), así como entre las placas internas y externas, los rodillos y los dientes. Esto tiene como objetivo evitar (en la medida de lo posible) que las piezas metálicas entren en contacto directo con otras piezas metálicas, independientemente de las condiciones de funcionamiento (carga, temperatura, etc.);
- Garantiza que la película lubricante permanezca elástica para amortiguar los choques entre ejes y casquillos y entre casquillos y rodillos, además de reducir el ruido;
- Debe estar presente en cantidad suficiente en las partes móviles de la transmisión y debe tener propiedades físico-químicas adecuadas para poder permanecer en estas articulaciones (Extrema Presión);
- Tiene que proteger la transmisión contra las tensiones del entorno. En particular, hay que protegerlo contra la oxidación y la corrosión;
- Debe evacuar la energía térmica generada por la fricción, especialmente en las transmisiones de alta velocidad.
Si se cumplen todas estas condiciones, el lubricante puede ayudar a reducir el coeficiente de fricción y así ahorrar energía. Esto reduce el desgaste de la transmisión y, por lo tanto, ayuda a garantizar que el sistema de transmisión funcione correctamente.