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Inyectores de combustible: cuidados con los problemas de obstrucción.

La obstrucción del sistema de inyección puede producirse en los motores alimentados por combustible, como los motores diésel, lo que provoca un aumento del consumo de combustible y una reducción de la vida útil del motor.

Inyectores de combustible: un mecanismo sensible.

La inyección de combustible, que sustituyó a los carburadores en la década de 1980, ha mejorado considerablemente el rendimiento del motor y reducido el consumo de combustible. Controlado en tiempo real, por la unidad de control del ordenador del vehículo, el sistema de inyección constantemente se adapta a las condiciones climáticas, de temperatura, rendimiento de velocidad y la cantidad de presión sobre el pedal para entregar la cantidad adecuada de combustible al motor.

En vehículos ligeros, el inyector, un componente del tamaño de un bolígrafo, dispersa combustible a alta presión (arriba de más de 2,000 bares en motores de diésel) a través de agujeros con un rango de diámetro de entre 80 y 200 micras, sólo un poco más ancho que el diámetro de un cabello. El combustible es rociado en forma de gotas microscópicas.

A continuación el inyector libera la cantidad precisa de combustible, ya sea en el tubo de admisión (antes de la válvula) en los vehículos que usan inyección indirecta (gasolina) o directamente en la cámara de combustión en los vehículos que usan inyección directa (diésel o gasolina).

En la inyección indirecta, el combustible y el aire vaporizados son impulsados juntos por la válvula de admisión al cilindro, donde la combustión es generada por la bujía. Sin embargo este tipo de admisión está perdiendo terreno frente a la inyección directa. La inyección directa, que antes sólo se utilizaba en los motores diésel, es cada vez más común en los motores de gasolina.

Causas de la obstrucción

La obstrucción es la acumulación de depósitos en el sistema de inyección, resultado de una combustión incompleta y de hollín graso (también llamado sarro). También se debe a sustancias químicas presentes en el combustible, los cuales deterioran y conducen a la formación de barniz o lacas. El ensuciamiento afecta especialmente las válvulas de admisión utilizadas para la inyección indirecta y los inyectores utilizados para inyección directa.

Aunque los fabricantes tratan de utilizar materiales más resistentes a la obstrucción, los nuevos motores son más vulnerables. Esto se debe a las altas temperaturas y presiones, así como a menores distancias entre las piezas mecánicas de estos motores.

Esto se debe a que, al alojarse en los micro agujeros del inyector, los depósitos pueden acabar reduciendo la presión del chorro de combustible, interfiriendo así en la homogeneidad de la mezcla de aire y combustible, lo que a su vez altera el rendimiento del motor. Esto puede poner en marcha un círculo vicioso, ya que las obstrucciones conducen a más obstrucciones. El consumo de combustible aumenta, el rendimiento disminuye, el motor se desgasta prematuramente y el vehículo libera más dióxido de carbono y contaminantes a la atmósfera.

Detergentes para ensuciamiento de inyectores y válvulas

La emisión de humo negro, las dificultades al arrancar el motor, la desaceleración brusca, la reducción del rendimiento del motor o consumo excesivo de combustible, son señales que deben alertarte.  

La mejor solución para evitar que se obstruyan los inyectores o las válvulas de admisión es utilizar combustibles de alta calidad que contengan aditivos, como TOTAL EXCELLIUM. Gracias a los detergentes que contienen estos combustibles, limpian y eliminan eficazmente las obstrucciones del sistema de inyección a diario.